domingo, 13 de octubre de 2019

MICRORRELATO: REVELACIÓN: ADRIÁN N. ESCUDERO


REVELACIÓN (O Parábola de la Expiación)[1]
A Jorge Luis Borges, in memoriam

   Es mortal. Inexorablemente mortal. La sensación lo oprime y la metáfora del degüello lo azuza y lo estremece. El sudor lo ahoga entre vapores soñolientos y hiede mal. El viento de la playa se agita penetrante, y es incisivo el aliento agrio que lo envuelve y lo sume en un sueño acezante y tenebroso donde no hay luces ni barcos alejándose en lontananza.

   Sin embargo, la estrella está fuera de él y limpio el cielo de nubes. Lo despoja de fantasmas. Pero no hay sol en su mente ajada, deshecha, rota en cristales de recelos y vanidades. No hay una sola letra candente, luminosa, sedienta de colores y de goces. Sólo melancolías y una furia estéril que lo hinca en la arena suave del mar sedado.

   Después se muere y el coro de los siglos lo amplifica y desmenuza en crónicas y ensayos. La vida de un hombre solo y ciego, hacedor de naderías se endurece luego para siempre en el molde de la estatua que eterniza su ceguera ominosa y consecuente.

   Sí, y sólo al cabo de muerto han venido a visitarlo. El minotauro y el guapo. El arrabal inexistente de su pasado inmortal, sus laberintos de luto y admiraciones nórdicas, anglosajonas y griegas que se amoratan.

   Él ha muerto.

   Mi drama es gigantesco, pues sólo yo lo sé.-


[1] ADRIÁN N. ESCUDERO - Parábola de la Expiación o Revelación:
  Santa Fe (Argentina), 1981. Texto ajustado: 11-03-2006.
    NOTA: Este relato fue escrito unos seis años antes de la muerte del Maestro Jorge L. Borges, acaecida en Ginebra (Suiza) un 14 de junio de 1986.

Mil Gracias Adrián por tu Micro Relato. Gracias por participar justo cuando el 15 de Octubre cumplimos 7 años de la difusión de Blog. Mil bendiciones Elsa.

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