lunes, 24 de marzo de 2014

POEMA, Bosco Ortega, AL CRISTO MILAGROSO


Oh, mi Cristo Milagroso,

sobre tus piernas heridas,

mi frente acerco y reposo

en tus llagas ofrecidas.



Hacia tus plantas me postro,

mendigo de eternidad,

a la tierra vuelto el rostro

clamo el pan de tu piedad.



Por mi culpa suspendido

al suplicio del madero,

tributo de ciervo herido

en tu ofrenda de cordero.



Tu sangre ofrecida en precio

por tu amigo pecador,

Cirineo vano y necio

que no carga tu dolor.



Tres clavos y una corona

en tu cuerpo atravesado,

y la lanza con que dona

agua y sangre tu costado.



Pende tu fruto de cielo

del sagrario de la Cruz,

hostia de vida en desvelo,

cáliz vivo de la Luz.



Reconozco mi estatura

de rodillas ante Vos,

mi medida de criatura

en el misterio de Dios.



                            Bosco Ortega
                           
Gracias Bosco. Muy buen poema en tiempo de Cuaresma.

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