martes, 27 de agosto de 2013

POEMA, Bosco Ortega, LOS ZAPATOS DE FRANCISCO

Son sus pies en el camino

alas de infinitas huellas,

un signo del peregrino

entre el cielo y las estrellas.



Hacia la tierra sin males,

los zapatos de Francisco,

con sus pasos por jornales,

caminan rumbo al aprisco.



Negros, y suela de goma,

los mismos de cada aurora,

el barrio en su calce asoma

y al voto pobre memora.



Redondos y abotinados,

hormas de traza modesta,

caminantes y caminados

por el Calvario y su cuesta.



Austeras naves de Pedro

en su descalza pobreza,

mar adentro del misterio

reman la humilde grandeza.



Mapas de Verbo rodante

al Anawin ofrendados,

trazo de un destino andante

a gastarse, consagrados.



Rumbo fraterno y estricto,

en sus pies de Parusía,

los guían el Sol Invicto

y la Estrella de María.       

      
 Bosco Ortega

Gracias Bosco. Interesantísimo tu poema. Me resulta increíble un poema tan bello a los zapatos del Santo Padre. Te felicito. Elsa 

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