jueves, 25 de febrero de 2021

REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL ALICANTE - ESPAÑA DE FEBRERO 2021- EDITORIAL DE SU PRESIDENTE EUNATE GOIKOETXEA

 

LA EXPLOTACIÓN INFANTIL
Dra Eunate Goikoetxea
Alicante-España

           En esta sociedad en la que vivimos, la explotación infantil es sólo uno de los flagelos que agobian a la humanidad.
Tal vez nos horrorice más lo que se refiere a los niños, por la sencilla razón de que son los más indefensos, y es precisamente por ello, que gente deleznable se aprovecha para conseguir sus fines.
           El mundo está atónito y atemorizado por la letalidad de la pandemia actual, hasta la fecha hay aproximadamente 2.3 millones de fallecidos, pero casi todos ignoramos las cifras de niños que son explotados; un informe dado a conocer en Ginebra, en 1 917, calcula que son más de 152 millones quienes padecen esta cruel situación.
Hay personas que ganan fortunas con la explotación, ya sea porque tienen a niños trabajando en condiciones deplorables, o porque se encargan de proporcionar (vender) pequeños a los explotadores. Basta con tener un poco de interés para enterarse de esta grave situación, los medios lo comunican cada día:
También se dictan leyes internacionales y particulares en cada país, pero no basta con ello, porque no hay la intención de hacerlas cumplir.

Por ejemplo:
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 20 de noviembre del año 1 989 el tratado internacional que reconoce a todas las personas menores de 18 años (niños) como sujetos con plenos derechos.
Éste fue ratificado por casi todos los países del mundo. Por lo mismo, los Estados, están obligados a respetarlos y hacerlos cumplir sin distinción de raza, color, sexo, religión, creencias, idioma, opiniones, procedencia, posición económica, impedimentos, nacimiento o cualquier otra condición del niño, o de sus padres.
Los cuatro principios fundamentales de la Ley  son:

1.        La no discriminación.
2.        El interés superior del niño.
3.        El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo.
4.        La participación infantil.
El Estado es responsable de dar a conocer la Ley y explicar su contenido.
De manera que allí están las leyes, al lado de autoridades ciegas y sociedad indiferente.
Pero hay algo superior a estas leyes y proceder de gente tan reprobable. En la Biblia está escrito:
“En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: -¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?  Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: -Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos. Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí. Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar”. Evangelio según san Mateo: 18
De manera que, si las leyes humanas no castigan a estos explotadores, las leyes divinas se encargarán de cobrarles la enorme deuda que están contrayendo.
Quiera  Dios que la humanidad despierte y haga todo lo posible por evitar las atrocidades de la explotación infantil.

                                           Eunate Goicoetxea

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