miércoles, 17 de febrero de 2016

POEMA: Eduardo Martínez Zendejas. FRANCISCO. (En su visita a México Febrero 2016

FRANCISCO

De lejanas tierras llego en estos días

hasta este mi  mundo, un dulce varón,

cruzando los cielos como ave ligera

el llegó mi casa a cumplir su misión.

Vestido de blanco como su pureza,

toda su armonía en el acto entregó,

llego hasta mi mundo, México en  tristeza,

y vio al desvalido, al hermano menor.



Ya que en este mundo por muchos errores

a los hombres nos cuesta cumplir la misión,

de ser proveedores cumpliendo la norma,

de ser hombres puros, en gracia de Dios.

Con su tez morena y sus ropas blancas

a los más humildes con amor toco,

a ellos, los de abajo, a los afligidos,

y a aquellos hermanos que no tienen voz.



Y el, haciendo un símil con la madre del cielo,

que en aquellos días al indio busco,

al más pequeñito, para que cumpliera

con un duro encargo, pedir lo imposible,

y con los que podían él se apersono.

Fue con los mayores y el mensaje llevo

de lo que quería la niña del cielo,

y no le creyeron por su condición,

mas tarde el milagro, y todos construyeron

ahí capilla, casa de oración de la niña del cielo,

la madre bendita del Dios redentor.



Francisco ha exigido hoy a los obispos

que sean humildes,  que sirvan al pueblo,

que no tomen el oro que causa dolor,

y podría llevarlos a su perdición.

Unos ojos buenos, sonrisa que abraza,

Y sus manos blancas que tocan sin asco

Y henchidas de amor al hermano enfermo,

a su preferido, ese ser pequeño,

el más desvalido en la congregación



Exigió a los suyos trabajo y trabajo,

y más cercanía en nombre de Dios.

El, le dé su fuerza y férrea convicción,

para que su encargo se siga cumpliendo,

y sea su camino, un camino de amor,

de tantas envidias cuídalo Señor,

cuídalo de voces que quieren dañarlo

y dale fortaleza en días de dolor.

Para que su tiempo sea jardín florido

y seas por siempre, buen guía y mentor,

para los que fuimos rebeldes un día

con los que obligaban a cumplir con la norma,

bien vista por ellos, más yo dudo mucho

Que esta misma norma la viera EL SEÑOR.



Eduardo Martínez Zendejas

Febrero del 2016

Visita a México de

SS FRANCISCO

Mil gracias Eduardo. Muy sentido tu poema. Bendiciones.

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