martes, 11 de febrero de 2014

POEMA, Elsa Lorences de Llaneza, MARÍA DE LOURDES


Te apareciste un día

como Ama y Señora

a una pastorcita

que pastoreaba sola.

Con tu luz deslumbrante

y tu cálido acento

te diste a conocer

como Virgen del cielo.

Nos dejaste enseñanzas

de amor y desapego

como hizo tu Hijo

en sus últimos momentos.

¡Cómo no quererte Madre,

si a pesar de tu duelo

Tú te diste a los hombres

y olvidaste desprecios!

¡Cómo no quererte Madre

si me das tu consuelo

y en los días más tristes

de mi vida en la tierra,

me cubres con tu manto

y me aprietas bien fuerte

para que siga andando

como nadie lo ha hecho.



Elsa Lorences de Llaneza



Publicado en la Liturgia Cotidiana de Editorial San Pablo en Febrero 2006

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