domingo, 27 de agosto de 2017

POEMA: Raquel Olay de Leanza, LA BARCA

LA  BARCA
     Siendo muy pequeña, alguien que mucho me amaba dándome el bautismo, me subió a la Barca, y suavemente me dijo al oído, rema con fuerza mar adentro hija mía, que en la otra orilla Dios te espera con amor para darte el paraíso.

     Subí a la Barca y viví experiencias, muchas positivas, otras dolorosas, de estas últimas  aprendí a perdonar, y dejar a Dios que juzgue en su infinita  misericordia.

     A veces una suave brisa nos alentaba a surcar los mares haciendo camino, otras en tiempos de borrasca, fuertes vientos quisieron hundirnos, miré al costado y vi a mi esposo, y muchos hermanos en la fe en Cristo, que codo a codo remaban conmigo, como simples grumetes seguimos remando, tirando las redes cuantas veces pudimos.

     El Espíritu Santo nos animaba en esta tarea que libremente  elegimos y deseamos con ansias llegar a la orilla, abrazar al Padre, también a María  y a su amado Hijo.

     Agradezco al Señor que nos bendijo en cada sacerdote que tomando el timón, en total entrega, vive con abnegación y coherencia de vida su fe en Jesucristo, proclamando su Palabra en cada Eucaristía, conduciendo a las almas al puerto de la felicidad que no termina.


     Por eso te digo, si estás en la Barca, no tires los remos, que  vale la pena todo el sacrificio, no tienes idea  del tesoro  inmenso que Dios nos reserva con todo cariño, a sus hijos que fielmente quisimos seguirlo.

     Raquel Olay de Leanza
     Mayo 2011
“Refugio del silencio y la Palabra”

Un poema que emociona Raquel. Sí, tienes 

razón 

no debemos tirar los remos, los necesitamos

parara seguir navegando. Bendiciones y gracias.

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