viernes, 7 de agosto de 2015

POEMA: Eduardo Martínez Zendejas, (México) EL ABUELO


Que sabio se nota sin duda el abuelo, que historias te cuenta

si lo haces hablar, que mirada larga guarda en sus adentros,

que lento camina, que arrogante va.



Se muestra a la vida como el viejo roble, de porte sereno,

de regio candor, no lo daña el viento, el sol lo conoce,

y dócil lo acaricia entre su fulgor.



Vivió su camino con amor y tiempo sembrando sus surcos

como el labrador, fue semilla buena y hoy es la cosecha,

y recoge los frutos de larga labor.



Camina a las luces de una y mil miradas, todos lo recuerdan

como el gran señor, aquel hombre bueno que sin decir nada,

tomó como propia la hermosa misión.



Se entregó a la vida y hasta venció al tiempo, y en cada individuo

un hermano vio, y de aquellos hombres llenos de pecado

tal vez a más de uno, la vida cambió.



Como flor del campo vino hacia la vida, nació entre la brisa

de un día de paz, en el rancho mismo, a la luz del día

creció cual si fuera una estrella feliz.



De un día para otro su brillo era intenso, cumpliendo a la vida

tres hijos procreo, sembró aquel gran árbol que frondoso queda

entre la comarca que del rancho nació.



Una compañera encontró en la vida de aquella madera

que a él lo formo, una mujer buena que lo guió siempre

por esos caminos de vida y dolor.



Y hoy, yo se que sabio se nota por siempre, y que larga enseñanza

el tiempo le dio, seguirá el camino que el destino quiera

y llegará a una estrella, al final del sol.



Y bien, tal vez… algún día, seré como el viejo y esa es mi ilusión,

por hoy el camino voy marcando lento, recordando a ratos

su vida y su tiempo se me hincha de gusto este corazón.



ya que pronto, algún día yo seré el abuelo,

y así como el viejo ¡Seré un gran señor!



Eduardo Martínez Zendejas (México)

Bello, bello tu poema Eduardo. Me hizo llorar. Te felicito.

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