martes, 5 de agosto de 2014

COMPARTIENDO: Miguel Ángel Migliarini, INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA

INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA

  Visiones y revelaciones, con un gran número de símbolos, las hallamos en El Apocalipsis (Ap NT de La Biblia). De su lectura, significamos y extraemos, que es necesario fortalecer la fe, y anidar en la esperanza, lo que será la victoria final y decisiva de Jesucristo.
  Decimos: "Ven Señor Jesús". Te esperamos. Aguardamos tu Parusía. Mientras tanto, preparemos el equipaje que no será otro que el alma; pues "quien no cree en la otra vida, está ya muerto en ésta".
  Y para ésto ¿qué? NO ser un hombre de términos medios (Ver Ap 3 - 14 a 17). Proclamar y alcanzar en esta vida el triunfo de la sensibilidad humilde, sobre el orgullo vano. Actuar con generosidad, como es dar, dándonos. Bien sabemos que sin sacrificio no existe nada. Es propio de la naturaleza humana superar las debilidades y miserias, con amor y caridad.
  Debemos tener inflexibilidad con las tentaciones y lógica severa para con los pecados. En otras palabras, ser severo con uno mismo y tener fortaleza de carácter para resistirnos al mal. Dios nos creó para el bien.
  Dios Creador, descendió a la condición de hombre haciéndose nuestro Salvador y Maestro en la persona de Jesucristo, quien con la más sublime entrega y resurrección, se ha quedado entre nosotros como alimento imperecedero (Lc 22 - 18 a 22).
  ¿A quién seguir entonces? ¿Por qué renunciar a tan supremo bien?
  Entendamos. Las grandes almas viven para el bien, y las virtudes son el verdadero honor de cada hombre. En consecuencia no seamos tibios, y dobleguemos nuestras impurezas buscando a cada instante con toda nuestra alma y nuestro corazón, que el Señor Jesús derrame su gracia sobre nosotros. Amén.-

Miguel Ángel Migliarini. San Nicolás de los Arroyos, 4 de agosto del 2014.-
  
Gracias Miguel Ángel: Que el Señor derrame sobre tí su Gracia para tu pronto restablecimiento.

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