María va caminando
a encontrarse con su
prima.
Las dos esperan un niño
que, cada uno en su
expresión,
representarán a Dios
y sufrirán una muerte
injusta y con gran dolor.
En Isabel salta el niño,
cuando la siente a María,
y cuenta se da Isabel
que el niñito de María
es del hijo de Dios vivo.
“Bendita tú eres
Entre todas las mujeres”
E Isabel se postra
de su María a los pies.
Dos madres embarazadas
por obra y Gracia de Dios
que tendrán que sufrir
mucho
y entregarán a los hijos
para Gloria del Señor.
Elsa Lorences de Llaneza














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El
mensaje de la Reina de la Paz del día 25 nos enseña sobre la
importancia de la oración para que se abra a nosotros la Misericordia de
Dios. Si, la oración cambia la Voluntad de Dios como lo hizo María en
las Bodas de Caná. Como en Caná, María nos suplica oremos a su Hijo,
Jesucristo Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Nuestra Madre nos enseña
que la oración abre nuestros corazones al Amor de Dios también. La
oración entonces abre corazones, los nuestros y el de Dios. ¡Qué
importante es meditar la palabra de nuestra Madre, que es la Palabra de
Su Esposo, el Espíritu Santo!