miércoles, 15 de mayo de 2019

COMPARTIENDO EL TALLER DE MEMORIA



TALLER DE LA MEMORIA.
DIRECTORA LIC. GLADYS FELIPPONE
CONSIGNAS

Hoy comencé el taller de Memoria que tanta falta me hace. Realmente me encantó. Un grupo de gente mayor muy gentiles y con muy buena onda incluida la Directora del Taller la Licenciada Gladys Felippone                            
A continuación voy a escribir mi experiencia porque fue una lección fantástica la que recibí y porque creo que es algo que, sin duda, nos falta comprender a todos.
Hoy la Consigna iba a ser: ESCRIBIR TRES PALABRAS DISTINTAS. DEJAR UN ESPACIO Y ESCRIBIR OTRAS TRES.
 LUEGO TENÍAMOS QUE, UTILIZAR LA PRIMER PALABRA DEL PRIMER GRUPO COMO TÍTULO Y HACER UN RELATO CON LAS TRES PALABRAS DEL SEGUNDO GRUPO.
Nos pusimos a trabajar, previas preguntas a la pobre Gladys porque se hacía difícil comprender la consigna. Cuando terminamos, cada uno leyó lo que escribió y surgieron cosas muy bonitas. Hasta aquí todo bien. Pensamos que ya habíamos terminado pero no, surge una tercera consigna:
DEL PRIMER GRUPO DE PALABRAS QUEDABAN DOS SIN USAR. DE LAS DOS, LA ÚLTIMA IBA A SER EL TÍTULO Y CON LA DEL MEDIO SE IBA A ESCRIBIR OTRO RELATO.
¿Me siguen? Tal vez resulte un poco confuso, por lo que las preguntas fueron esta vez muchas más que en la segunda consigna pero, la Licenciada, con su santa paciencia, pudo contenernos a todos y ponernos a escribir. Silencio sepulcral. Todos concentrados. Al terminar el trabajo, pensamos que ahora los íbamos a leer, pero no, Gladys nos dio dos preguntas para contestar:
1ª) ¿Pudo seguir las consignas?
2ª) Entendí las consignas?
Casi todos contamos lo que escribimos y como lo escribimos. Solo dos, de entre once personas hablaron de las consignas y aquí recibí una muy buena lección de la Directora:
Palabras más o menos nos recordó que las consignas son importantísimas en la vida de una persona y sobre todo en un país como este en que las consignas están pero no se cumplen. Todos escuchábamos con mucha atención y asentíamos con la cabeza, pero hubo gente que no entendían las palabras de Gladys y se las discutieron hasta el término del Taller. Evidentemente esta gente no entendía lo que la profe estaba explicando y en vez de escuchar más atentamente, discutía su verdad, que no era tal, sin aceptar lo que los demás aceptaban como verdadero. Esta gente forma parte de nuestra idiosincrasia. La única verdad es la de ellos y la mantienen contra viento y marea.
Salimos del Taller cada uno a su casa. Llegué a Rivadavia y tomé un taxi. Por mis dificultades yo me siento adelante, junto al conductor que venía un poco nervioso.
-El tránsito hoy está imposible, comenzó diciendo. Mire señora, mire ese camión estacionado a doble mano ¿No ve ese cartel que se lo prohíbe? Fíjese en esa señora con ese niño pequeño de la mano que en vez de cruzar por la senda peatonal, está cruzando por esta avenida de tanto tránsito en diagonal. Las leyes señora, siguió diciéndome, están escritas, pero nadie las toma en serio ni hay controles hasta que pasa una desgracia.
 En ese momento me acordé del Taller y de la palabra “CONSIGNA” y pensé que estamos llenos de consignas que no las practicamos, que no queremos registrarlas como pasó en el Taller.
El que me conoce sabe que no creo en casualidades. Parece mentira pero esto me pasó.
                                           
                                               Elsa Lorences de Llaneza
                                             elsalorences@yahoo.com.ar  

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